25 de abril de 2011

Entre espinas

Siento que no escribo hace siglos, bueno en realidad sí tengo varios escritos, pero me da pereza de tipearlos. Claro pensarán qué especie primitiva escribe en estos tiempos en un cuaderno, en lugar de su PC, pues yo. No sé, es mejor estar en contacto con el lápiz y además si me siento frente al ordenador me distraigo fácilmente en mil cosas y nunca escribo o lo hago después de horas. Ya tipearé algo cuando se me dé la gana.


 Por mientras una canciooooooón. Sí, canción. Trémolo, últimamente he estado escuchado demasiado a este grupo porque he estado medio cursi (sí, ag) y además, la primera estrofa de la "Entre espinas" me mata, me trae recuerdos.




Ella anda despeinada y nunca nadie
la mirado con ojos de mujer.
Su alma vuela fuera
de este mundo injusto
en las oscuridades libre es.
Anda muriendo y volviendo
a nacer inerte
soñando una pasión
que a nadie le interesa.
Como no añorarte
si entre espinas te encontré


16 de abril de 2011

Mis ideas y yo



A veces creo que nadie es feliz. NADIE es feliz. La felicidad es un estado transitorio nada más. Un pequeño espacio de tiempo en el cual te sientes bien probablemente debido a un acontecimiento agradable o a una persona, es decir, la felicidad es “condicionada” a un hecho o persona agradable al sujeto, que abarca toda la atención del individuo y pues, hace que se sientan “felices”.

Yo no creo en la felicidad. Tal vez sea porque en estos momentos nada me sale bien, ni me siento bien, ni creo que me comporto bien. Cuando a veces pienso que estoy a punto de alcanzar la felicidad, el nirvana, como le decían los budistas, caigo, caigo de un modo atroz en un hoyo tan profundo donde solo existe la oscuridad y la agonía de mis pensamientos. Y sí, tal vez es mi egoísmo desmedido que me cega y hace que crea que como yo no consigo estar en paz conmigo misma tampoco lo lograrán los demás.

¡Egoísmo puro!

Recuerdo cuando en mi afán por saber si los demás eran felices, empecé a interrogar  a cada compañero de mi salón. Todas las respuestas eran inciertas, estaban llenas de duda, de no saber responder  algo tan “grande” como ¿eres feliz? Decían un sí desganado después de mucho pensar y balbucear,  tal vez porque no se atrevían a decir un radical NO. Mi supuesta “teoría”  de nadie es feliz estaba a punto de comprobarse y esto solo hacía nacer en mí una sensación de satisfacción casi perversa.

 Así continué preguntando e incomodando a mis compañeros que tal vez anteriormente no se habían planteado la pregunta fulana con la que les salía yo, hasta que di con una chica de características físicas nada acertadas con los cánones de belleza hoy establecidos, era gordita, qué digo gordita, era gorda, demasiado alta para su edad (lo cual la hacía aún más voluminosa) y de cara amplia y rechoncha. Le hice la pregunta de dos palabras, ella con una gran sonrisa y sin ningún atisbo de inseguridad me dijo que sí. Mi “teoría” no podía irse al agua. Le pregunté de nuevo, su afirmación fue la misma. Me desconcertó, me sentía intrigada. Comencé a hacerle pregunta tras pregunta con la finalidad de hacerle caer en la cuenta que su vida estaba llena de vacíos e imperfecciones, incluso traté de pillarla por el lado del físico, de su sobrepeso, de su fealdad externa, de esa maldita mala distribución genética que hacía que sus rasgos físicos no se vean en armonía, pero no pude. Ella parecía no darle importancia a eso. Ya no le creía, debía mentir muy bien. Quería seguir hurgando en su vida pero ya empezaba a fastidiarla y el recreo ya había acabado.

Como dije, ella era solo una compañera de salón, no era mi amiga por lo tanto desconocía datos sobre su vida, no sabía de ella, pero lo que me acababa de decir, esa afirmación, me había dejado sumamente intrigada. Posteriormente, tras mis torpes investigaciones, me enteré que esta chica vivía con sus padres y abuelos, tenía un hermano menor, aparentemente vivían en armonía, de posición económica media. Empezaba a creer que tal vez su felicidad era fundada, porque de hecho el detalle de tener una familia en estos tiempos es infrecuente, pero ella la tenía, estaba a punto de hasta que me enteré que su papá, un señor no muy mayor al que vi un par de veces, tenía un mal intratable e incurable y le habían dado 7 años de vida. Enterarme de esto fue realmente chocante, no soy de las personas sensibles y lloronas, pero debo confesar que esta vez sí derramé un par de lágrimas.

Este asunto de preguntar lo hice hace tres años, cuando aún estaba en el colegio, en cuarto año para ser exacta. Desde ese momento ya no sé qué pensar con certeza, se supone que esa experiencia debió enseñarme algo, de hecho sí lo hizo, pero sigo sin creer en la felicidad y me remito a la primera parte, tal vez, sea por egoísmo. No estoy segura de nada y sinceramente no he podido plantearme nada nuevo. ¿Felicidad cuando haces lo que te gusta, o sea lo que se te dé la puta gana? Pero igual a veces la vida insiste en darte la espalda. No, no sinceramente tengo las ideas hechas una maraña de pelos de hippie con dreads. Mi mente está perturbada con un montón de hechos desfavorecedores en todos los aspectos de mi vida y siento tanta ira hacia mí  y a los demás que me siento incapaz de todo.

En fin, si de algo estoy segura es que yo no soy feliz.

Ps: Esa chica nada agraciada físicamente es ahora una de mis mejores amigas,  una muy buena amiga realmente y su papá es un amor de persona, ese señor merece ser llamado padre, y afortunadamente aún no tiene mucho de los síntomas del mal del Chagas. 

11 de abril de 2011

Good day

Hoy estoy bieeeeeeeeeeeeeeen, jaja (a veces me pongo algo hiperactiva, lo siento) 
Ayer no escribí, sí me llegó. Fueron las elecciones presidenciales y pasaron a segunda vuelta, el SIDA y el CÁNCER, pff, qué país nos espera por Chuck y lo peor  es que justo cuando estoy en todo esto de terminar mi carrera y demás. No y peor, estudio DERECHO. Sí agggggg DERECHO. La verdad es que no me gusta mucho, pero bueno qué se hace, tengo pensado  luego estudiar Psicología. En fin, eso no quería escribir. 

Hoy retomé el gym y me encanta. No es necesario socializar, vas haces tu rutina, bailas y te quitas, distrae uff un montón, no se imaginan, por una hora estás tratando de seguirle los pasos al bróder que está enfrente tuyo moviéndose como un esquizofrénico y te olvidas de absolutamente todo. Es genial, claro que a veces no falta una “mami” que pasa justo por  tu lado, moviendo el trasero a más no poder para que todos los hombres (cien por ciento hormonas, cero por cierto, buen gusto) las miren con unas caras de tarados totales. O sea ni siquiera son bonitas. ¡¿Por qué?! Sí, sí algunos dirán ENVIDIA, porque a ti no te mira nadie, NADIE, N-A-D-I-E.  Pero no es eso, es solo que pienso que si van a babear por alguien, deberían por lo menos tener buen gusto. No nada más alguien que esté toda apretada o con medio cuerpo desnudo, pero que no necesariamente se le vea bien. No sé, fácil estoy equivocada.

Bueno y muy aparte de eso, pues ha sido un día tranqui, sin malas noticias, hasta incluso ha habido buenas, pero son trivialidades. Por cierto, me he prometido leer mis libros de Derecho, tengo que leer sea como sea. Me lo he prometido y espero no defraudarme, al menos mi antisocialismo me ayuda, ya que al no tener “amigos” que me distraigan puedo leer todo lo que se me dé la gana, sin que nadie joda.

Me retiro.

-------------------------------------------------------------------------------
Tienen que escuchar esta canción, la letra es poesía pura, en un estilo ultra wooow. Rock trangresivo con ustedes: EXTREMODURO  lml


9 de abril de 2011

Fantaseo y?

Se supone que hoy debía empezar de nuevo mi rutina en el gimnasio, pero no ¡Joder! Eso me deprime, me hace sentir obesa y por lo tanto como más, por la ansiedad y la impotencia. No puedo parar de morderme las uñas. Encima, él, o sea C está conectado en el MSN y no me habla ¡NO ME HABLA! Pfff, no sé qué tanto drama hago, sé que ese chico no es para mí y no lo será nunca. A veces me resigno y a veces se me da por conservar alguna chispa de esperanza, más aún por lo que él me habla, me saluda y tiene comportamientos que me hacen conservar esa esperanza. Es un buen tipo definitivamente y yo malinterpreto sus buenas acciones conmigo. Pienso que si me ignorara por completo sería más fácil a que yo me haga la idea de que no es para mí.

Bueno, tengo cita en el dentista, probablemente me pongan brackets. Me largo.


-------------------------------------------------------------------

Hoy al despertar estuve fantaseando. Imaginé el diálogo de Harry y Marion (Réquiem por un sueño) entre C♥ y yo. Es tonto, pero acá me permito todo.

  • Te quiero Harry, me haces sentir como una persona. Como yo misma y que soy hermosa. 
  • Eres hermosa, eres la chica más hermosa del mundo, eres mi sueño. 


8 de abril de 2011

Tranquilidad

Hoy no tuve clases por las elecciones, así que mi día fue tranquilo, todo el día metida en mi casa, en el único lugar donde me siento totalmente a salvo de la gente, de la bulla y demás perturbaciones. Estuve tratando de leer  libros de mi carrera, pero en lugar de eso me puse a leer uno de Literatura, "Un mundo para Julius". Me gustó y seguiré leyéndolo hasta que consiga dinero para comprarme la trilogía de Millenium, estoy loca por leer esos libros. Ya es hora que lea algo además, me siento muy estúpida metida todo el día en internet, metida en blogs de moda, cuando sé que solo puedo mirar e incluso sentirme más bazofia cuando veo las modelos tan preciosas y perfectas.




En fin, linkearé un video precioso del grupo español Love of Lesbian. Esa canción me da ganas de llorar por algún motivo desconocido. La historia, ellos, la melodía, la letra, DEMASIADO.


7 de abril de 2011

Next

Mis días se califican en pésimos, malos y no muy malos días. Hoy fue un no muy mal día. Vi a C, de hecho yo estaba sentada, no llevaba ni cinco minutos en el salón y él entró, me vio y defrente fue a saludarme, a pesar que sus amigos estaban del otro lado. No sé cuál fue el motivo de esta reacción (sospecho que se ha peleado con alguno de ellos, creo que son los dos conocidos que menciono y que les tengo pánico por ser tan “sociales y graciositos”) pero bueno esto hizo que me animara. Conversamos, me mostró un libro y unas películas que había comprado y se fue ¡Dios! Solo espero que no se me note la cara de imbécil cuando hablo con él, digo cara de más imbécil.
¡Ay verdad! Ayer recibí una muy, muy mala noticia, incluso no pude evitar que me salieran lágrimas: Mi amigo de cuarto año, el que se ha convertido en alguien importantísimo en mi vida,  al cual aprecio demasiado y hasta lo estoy llegando a querer,  trabajará casi todo el día y no lo veré nunca o casi nunca. Sé que eso le ayudará un montón, por eso lo apoyé en la idea y le dije “qué paja, aprenderás bastante” pero por dentro me estaba muriendo. Ya contaré la historia de ese amigo, cuando tenga tiempo y se me dé la gana. Es algo larga. Y por qué no, me acaba de decir que lo eligieron como “cuadro” académico para el otro año. No tendrá tiempo para mí ya nunca. Digamos que he perdido un amigo, genial y con la cantidad de amigos que tengo yo, no puede ser peor. Puta madre, eso me acaba de joder el día.
Next,  ya no quiero escribir. Me deprimí por completo. Y para deprimirme más, escucharé April de Deep Purple hasta que me sienta al borde del suicidio.
Estúpida vida. Ah y correción. Hoy fue un pésimo día, esa noticia me destrozó.


6 de abril de 2011

Escribir, mi terapia



Hoy es miércoles y son las seis y media, qué día para más tonto. Lo único que he hecho es comer, morderme las uñas y estar sentada frente a  la computadora, esperando que mi conexión de Internet se estabilice y pueda subir los anteriores post. Me he propuesto escribir todos los días, así me desfogo, es una buena terapia (aparte del gimnasio) ya que no tengo hermanos o alguien muy, muy de confianza para contarle TODO lo que me pasa. Así que este será como un diario, donde pueda insultar, maldecir, y todo lo que se me venga en gana. No sé si lo lea alguien o no, no me interesa. Claro que si lo lee C, mi amor secreto (ok sí, suena demasiado ridículo) o alguien que pertenece a mi entorno me moriría de vergüenza y probablemente termine cambiándome de facultad y de planeta.  En fin, dejando de lado mis paranoias, procederé a contar los “grandes e importantes” acontecimientos de mi vida.
 Llegué temprano a mi clase. YEAH BABY. Y no sabes cuánto le agradecí a quien sea que haya creado esta escoria de  mundo este milagro, porque el profesor era un tremendo atorrante, hizo pasar un incomodísimo momento a todo ente que entraba tarde a su clase. Pero, en sí su clase fue paja y no me dormí. Ah, tengo que decir que también en esta clase está el grupo de odiosos extrovertidos y C, sinceramente hoy no me importó. Yo me senté a kilómetros luz de donde estaban ellos y al salir, evité a todos, incluso a C. Cuando está con ellos (con el grupo de extrovertidos que son sus amigos) sé que me ignorará prácticamente o me pedirá que me una a ellos, lo cual detesto. Después que fui al banco a pagar mi carné universitario, los vi a todos yéndose, él estaba ahí y se iban al comedor. Recordé cuando también iba con ellos. No me importó, caminé más rápido para perderme entre los demás chicos que caminaban en dirección contraria a ellos.
Hoy escuché esta frase y me encantó: “Solo hay dos personas en este mundo en quien confío, una, soy yo y la otra, no eres tú”

Gracias a ÉL ♥

Escribo después de tres días aunque estoy posteando dos post en un mismo día, el anterior fue del domingo (sí lo tenía guardado en mi PC)
Y bueno mi primer día de clases en la universidad, es decir, el lunes,  no fue tan bazofia como pensé, me alucinaba un día mucho peor. En la mañana tuve mis clases con normalidad, claro que llegué algo tarde pero no fue nada traumático, por suerte había una carpeta libre para no tener que sentarme en el piso. Cuando ya iba saliendo de la clase, pensando en qué hueco me metería para no tener que  socializar con nadie hasta mi próxima clase, me encontré con dos conocidos ¡No puede ser! Los saludé fingiendo cordialidad, pero en realidad estaba deseando que no estén en mi siguiente clase. Fui muy feliz cuando me enteré que no, que estaban con un profe con el cual yo no llevaba. Fue un alivio tremendo, pero todavía faltaban ocho clases más en las que podía encontrármelos, a ellos y otro grupo más de “extrovertidos” En la tarde, regresé a la universidad para mi segunda clase del día, estuve timbrando  a mi veintiúnico amigo (y algo más, ya lo contaré después) que es de un grado superior, pero me ignoró. Mi profe no llegaba y fue cuando ocurrió algo que me “hizo” el día. Estaba sentada, sola como siempre, sintiéndome la más antisocial de todo el planeta cuando entró C, el chico más wow que he conocido en mi vida, (¡y es mi amigo!) no llevaba esa clase porque entró como buscando a alguien y luego salió. Me entristecí porque no me vio. Entró por segunda vez y lo mismo. Así que no sé de dónde pero tomé valor y salí tras él, estaba mirando la ventana distraído. Sintió que alguien se acercó y volteó, lo saludé y le dije que estaba en ese salón, él me dijo que no traía sus lentes y no veía nada. Estuvimos caminando por un rato mientras conversábamos trivialidades. En realidad, cuando estoy con él me siento estúpida y me bloqueo totalmente, es el mismo efecto que cuando estoy con mucha gente a mi alrededor o bueno más o menos porque en este último caso es aún peor. Ese chico me encanta, es una persona increíble y también es algo introvertido como yo, solo que con más habilidad de orador y muy leído.
Eso sucedió el lunes, pero el martes, el martes fue una porquería. Uno porque en mi clase de la noche me encontré  no con uno ni dos de esos conocidos extrovertidos, sino con todos, todos juntos, mi peor pesadilla. Claro que también estaba él, C, que siempre me anima un poco y me trata con tanta naturalidad. Después de pasar el calvario escuchando a ese profesor y de evitar a todo el mundo, C y yo nos fuimos a caminar por el campus, mientras hablábamos sobre recuerdos de nuestra infancia y demás. Todo hubiera sido felicidad, al menos por esa horita que estuve con él, si no hubiera sido por ese “final” abrupto. Me preguntó si ya me iría a mi casa, yo le dije que sí, él miró la hora en su celular i me dijo “yo me iré a dar otra vuelta por la facu”, yo me quedé tiesa como un poste, asimilando sus palabras y le dije “yap”. Me voltié y salí por la puerta que daba a la avenida para tomar mi carro. Casi me salen lágrimas, pero a decir verdad no sé muy bien por qué si ya sé que él nunca me hará caso. Siento que él es demasiado para mí.

No sé si les pasa

No sé si les pasa, pero hay días que me pregunto incansablemente para qué vivo y no encuentro respuesta, sinceramente pareciera que no tuviera un motivo para vivir, cuando en realidad sí lo tengo (creo que todos lo tienen)  Se me quitan las ganas de todo y comienzo a odiarme y a odiar a los demás. Tengo unos momentos horribles, no es depresión, lo sé, porque más que tristeza o melancolía por mi modo de vida, es rabia, porque sé que todo está en mí, claro que yo puedo modificar todo, pero no puedo, no me atrevo o qué se yo. Algo sucede conmigo.
No creo en la felicidad, definitivamente, o bueno sí, sí creo y siempre está atribuida a algo, alguien, a un acontecimiento, etc. Digamos, yo que soy materialista le atribuyo mi felicidad al dinero, y como no lo tengo soy “infeliz”. Aunque es complicado, estoy agradecida de tener a mis padres conmigo, sé que soy mucho más afortunada que otras personas, pero no consigo estar tranquila conmigo misma. Soy una persona muy aislada. Y también creo que de ahí parte todo, eso me limita muchas cosas, las cuales al saber que todo es mi culpa, por mi aislamiento, introversión y timidez, me da impotencia y termino pues por odiarme y sentirme una inútil. Tengo un serio, muy serio problema. Debería estudiar psicología para entenderme y empezar a quererme. Como me dice mi madre, cómo vas a querer a alguien si no te quieres a ti misma y es cierto. No puedo, ni querer ni dejarme querer. Aunque yo digo que quiero a mi manera, digamos que siento bastante aprecio por tal o cual persona, pero ¿querer? Creo que solo a mi madre que me soporta todo  y me… bueno no, no puedo decir que me entiende, porque nadie me entiende. Ah sí, sí sé que esto último es una frase bastante “trillada” de los adolescentes que dicen que nadie los entiende, bla, bla, bla o qué sé yo.  Pero en mi caso sinceramente no lo veo así, a decir verdad, no soy lo que se dice alguien madurísima, que ya sabe de la vida, que tiene años, etc.  NO. Pero ya tengo la mayoría de edad y sé que lo mío no es una “pataleta adolescente”. Primero no quería reconocerlo, pero tengo un problema, sí, definitivamente, con mi autoestima, con mi personalidad.
Espero que mañana sea un día no tan jodido, aunque sospecho que lo será. Tengo que tratar con gente así que será  un día difícil. Conversar con gente nueva se me hace  tan difícil. En fin, tal vez mañana escriba, escribir ayuda a desfogarme.