6 de abril de 2011

Gracias a ÉL ♥

Escribo después de tres días aunque estoy posteando dos post en un mismo día, el anterior fue del domingo (sí lo tenía guardado en mi PC)
Y bueno mi primer día de clases en la universidad, es decir, el lunes,  no fue tan bazofia como pensé, me alucinaba un día mucho peor. En la mañana tuve mis clases con normalidad, claro que llegué algo tarde pero no fue nada traumático, por suerte había una carpeta libre para no tener que sentarme en el piso. Cuando ya iba saliendo de la clase, pensando en qué hueco me metería para no tener que  socializar con nadie hasta mi próxima clase, me encontré con dos conocidos ¡No puede ser! Los saludé fingiendo cordialidad, pero en realidad estaba deseando que no estén en mi siguiente clase. Fui muy feliz cuando me enteré que no, que estaban con un profe con el cual yo no llevaba. Fue un alivio tremendo, pero todavía faltaban ocho clases más en las que podía encontrármelos, a ellos y otro grupo más de “extrovertidos” En la tarde, regresé a la universidad para mi segunda clase del día, estuve timbrando  a mi veintiúnico amigo (y algo más, ya lo contaré después) que es de un grado superior, pero me ignoró. Mi profe no llegaba y fue cuando ocurrió algo que me “hizo” el día. Estaba sentada, sola como siempre, sintiéndome la más antisocial de todo el planeta cuando entró C, el chico más wow que he conocido en mi vida, (¡y es mi amigo!) no llevaba esa clase porque entró como buscando a alguien y luego salió. Me entristecí porque no me vio. Entró por segunda vez y lo mismo. Así que no sé de dónde pero tomé valor y salí tras él, estaba mirando la ventana distraído. Sintió que alguien se acercó y volteó, lo saludé y le dije que estaba en ese salón, él me dijo que no traía sus lentes y no veía nada. Estuvimos caminando por un rato mientras conversábamos trivialidades. En realidad, cuando estoy con él me siento estúpida y me bloqueo totalmente, es el mismo efecto que cuando estoy con mucha gente a mi alrededor o bueno más o menos porque en este último caso es aún peor. Ese chico me encanta, es una persona increíble y también es algo introvertido como yo, solo que con más habilidad de orador y muy leído.
Eso sucedió el lunes, pero el martes, el martes fue una porquería. Uno porque en mi clase de la noche me encontré  no con uno ni dos de esos conocidos extrovertidos, sino con todos, todos juntos, mi peor pesadilla. Claro que también estaba él, C, que siempre me anima un poco y me trata con tanta naturalidad. Después de pasar el calvario escuchando a ese profesor y de evitar a todo el mundo, C y yo nos fuimos a caminar por el campus, mientras hablábamos sobre recuerdos de nuestra infancia y demás. Todo hubiera sido felicidad, al menos por esa horita que estuve con él, si no hubiera sido por ese “final” abrupto. Me preguntó si ya me iría a mi casa, yo le dije que sí, él miró la hora en su celular i me dijo “yo me iré a dar otra vuelta por la facu”, yo me quedé tiesa como un poste, asimilando sus palabras y le dije “yap”. Me voltié y salí por la puerta que daba a la avenida para tomar mi carro. Casi me salen lágrimas, pero a decir verdad no sé muy bien por qué si ya sé que él nunca me hará caso. Siento que él es demasiado para mí.

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